Mi perdición son los tangas
Así es, mi perdición son los tangas, o como se empecinan en llamarle en España, para azuzar a mi debilidad: "El tanguita".
Cualquier color y cualquier material le va bien a un tanguita, y siguiendo silogísticamente y/u/o transitivamente, un tanguita le va bien
a cualquier culo, y la verdad sea dicha, con todos los riesgos que esto implica.
En la época de verano, en otras latitudes comienzan a verse ombliguitos, y por acá,
se empiezan a ver tanguitas, los pantalones de lino son de una importancia coyuntural en esta ecuación, el lino transparenta e insinúa en los culitos de las chicas el motivo de mis más eyaculadoras pesadillas. Viendo a una misma chica sin y con tanga puede decirse que son dos mujeres diferentes, a pesar de ser la misma persona. Verla con tanguita hace aflorar la desesperación sin freno, y se plantea la gran paradoja tanguil: normalmente para seguir adelante hay que sacar el tanguita, y eso es como prender una luz demasiado alta en esta intimidad. Ya para este punto el tanguita ha hecho su parte, esta todo el asunto encaminado, ya solo queda el vulgar sexo, terminar y claro está, ponerse el tanguita de sombrero a modo de agradecimiento. El tanguita es de un solo uso, luego puede volver a su sitio, pero ya el furor no vuelve en la misma sincronía, ese tanguita al menos por ese día, ya dió todo de sí, se aguó el mate.
Siempre que alguien comenta que no le gusta tal o cual gordita, yo les digo : "Si se te aparece con un tanguita rojo, ponela en cuatro patas, y después decime sino te gusta". Normalmente me responden con un silencio serio, yo creo que en el fondo todos son de los míos.
Cualquier color y cualquier material le va bien a un tanguita, y siguiendo silogísticamente y/u/o transitivamente, un tanguita le va bien
a cualquier culo, y la verdad sea dicha, con todos los riesgos que esto implica.
En la época de verano, en otras latitudes comienzan a verse ombliguitos, y por acá,
se empiezan a ver tanguitas, los pantalones de lino son de una importancia coyuntural en esta ecuación, el lino transparenta e insinúa en los culitos de las chicas el motivo de mis más eyaculadoras pesadillas. Viendo a una misma chica sin y con tanga puede decirse que son dos mujeres diferentes, a pesar de ser la misma persona. Verla con tanguita hace aflorar la desesperación sin freno, y se plantea la gran paradoja tanguil: normalmente para seguir adelante hay que sacar el tanguita, y eso es como prender una luz demasiado alta en esta intimidad. Ya para este punto el tanguita ha hecho su parte, esta todo el asunto encaminado, ya solo queda el vulgar sexo, terminar y claro está, ponerse el tanguita de sombrero a modo de agradecimiento. El tanguita es de un solo uso, luego puede volver a su sitio, pero ya el furor no vuelve en la misma sincronía, ese tanguita al menos por ese día, ya dió todo de sí, se aguó el mate.
Siempre que alguien comenta que no le gusta tal o cual gordita, yo les digo : "Si se te aparece con un tanguita rojo, ponela en cuatro patas, y después decime sino te gusta". Normalmente me responden con un silencio serio, yo creo que en el fondo todos son de los míos.
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