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martes, junio 06, 2006

El incombustible


A mi particularmente, la imagen del diablo que más miedo me ha dado, ha sido la que vi en las minas en Bolivia, una estatuita del estilo que se ve en la foto a la que apodan "El Tío", y a la que le hacen ofrendas para que no se enoje y les derrumbe algo y los sepulte a todos adentro.

Me dan cagazo los diablos de rasgos payasescos , (los payasos mismos claro está), caseros, grotescos; creo que por esto mismo me dan bastante miedo los curas (mientras más alto en la escala clerical, más miedo), las monjas, las imagenes de las iglesias, y ni qué hablar de las santerías que para mí son palacios del terror.




Yo por las dudas le dejaría un cigarrito al tío si hoy le pasara cerca.









Afuera de la mina, Dios y la Pachamama, adentro el diablo
La creencia que envuelve a los mineros es que dentro de la mina, habita el diablo, llamado por ellos, Tío, (amigo, en quechua). La sensación de soledad y oscuridad es mimetizada con la presencia del dios del mal dentro de la mina. Todos los días, en algún momento del día, cada minero se acerca al Tío, una figura de barro, ubicada en la profundidad en la mina. Colocada en un recoveco, a su alrededor, se ven hojas de coca esparcidas, colillas de cigarrillos y alcohol etílico, (única bebida alcohólica que los mineros pueden beber. A causa de la inhalación de los gases, no pueden ingerir alcohol fermentado. Eso los mataría). Todo lo que consume un trabajador allí, es ofrecido al Tío, como señal de respeto. No es una adoración, simplemente una especie de temor por la absolutidad del lugar y la necesidad de creer que allí existe algo que les dará prosperidad, como protección, y también los auxiliará a cada uno, a encontrar mineral dentro del yacimiento. La fe cautelosa a este dios de la oscuridad, se asienta en que él, es quien confiere a los mineros, la dicha o el infortunio. Es imposible creer que dentro de la mina se encuentra la presencia de dios. Allí no hay dios católico que valga, allí no hay pachamama que venerar.